In the early 13^th century, the Order of Friar Servants of Mary, or Servites, embraced Mary, the Sorrowful Mother, standing at the foot of the Cross, as Patroness. As a form of devotion to her, they developed the Rosary of Our Lady of Sorrows, consisting of seven septets of beads (on which is prayed a Hail Mary), separated by one bead (on which is prayed an Our Father). Mary’s sorrows have long been a source of meditation and contemplation. 

Using today’s Secular Order of the Servants of Mary Prayer Book, the St Mary, Source of Our Joy OSSM community, humbly submits this Seven Sorrows of Mary eBook of gospel readings, reflections/meditations and prayers, for your personal and prayerful journey through the seven biblical sorrows of Mary.  Each sorrow can find expression in the painful human experiences of today:  getting bad news, fleeing one’s home due to war and persecution and living as refugees, lost children, the suffering of loved ones, and the experience of grief at the death and burial of those we lose.

We pray you enter this meditation and contemplation with hearts open to our compassionate God, and to Mary who knows our pain, and who walks with us as our Mother and our sister in faith and in hope that we may find the courage and strength to bear our own sorrows.

A principios del siglo XIII, la Orden de los Siervos de María, los Servitas, abrazaron a María, la Madre Dolorosa al pie de la Cruz, como su patrona principal. Como forma de devoción a la Madre Dolorosa, desarrollaron el Rosario de los Siete Dolores, que consiste en una corona de siete septetos de cuentas (sobre las cuales se dice un Ave María)), separadas por una cuenta (sobre la cual se reza un Padre Nuestro). Los Siete Dolores de María ha sido, por mucho tiempo, una fuente de meditación y contemplación.

Utilizando el Oracional corriente de la Orden Seglar de los Siervos de María, la Comunidad Seglar de Santa María, Fuente de Nuestra Alegría, les presenta humildemente este libro electrónico de lecturas del Evangelio, meditaciones y oraciones, para su recorrido personal de oración a través de los Siete Dolores de María. Cada uno de los siete dolores encuentra expresión en nuestras dolorosas experiencias humanas de cada día: el recibir alguna noticia alarmante e inesperada, al huir de nuestro hogar o patria debido a la guerra, la persecución, o la pobreza y tener que vivir como refugiados, la pérdida de un/a hij0/a por tantas causas, los sufrimientos que experimentan nuestros seres queridos, el dolor que sentimos por la muerte y el entierro de nuestros seres queridos.

Le rogamos que entre en esta meditación y contemplación con el corazón abierto a nuestro Dios que es compasivo y a María que conoce nuestro dolor y camina con nosotros como nuestra Madre y hermana en la fe y en la esperanza de que encontraremos el valor y la fuerza para soportar nuestras propias penas.